Gamificación en la educación
Entre los diversos retos que los docentes deben afrontar a diario está el transformar a un estudiante, en general, pasivo y poco involucrado en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en una persona activa y creativa en su formación. En este contexto, la gamificación adquiere gran incidencia en la motivación y el compromiso del alumnado. Sin embargo, en muchas ocasiones lo que se presenta como gamificación no lo es, lo cual genera una gran confusión entre los docentes e, incluso, rechazo e incredulidad sobre su potencial. Por tanto, en este estudio se plantea una definición acorde con los postulados que los principales referentes en este ámbito han señalado durante la última década a fin de delimitar mejor lo que es gamificar, y no. Por último, se describe una propuesta de gamificación desarrollada en el contexto universitario, con la que se evidencia la viabilidad de ser fiel a los principios que deben definir un proyecto de gamificación, así como su idoneidad. De hecho, no solo se alcanzaron los objetivos previstos, sino que, además, el alumnado mostró una gran motivación e implicación en la propuesta, al valorarla de forma muy positiva.
La Gamificación en la educación es la integración de elementos de juego en entornos educativos para motivar, involucrar y mejorar el aprendizaje de los estudiantes. Algunos elementos comunes incluyen puntos, niveles, desafíos, recompensas y competencias. Este enfoque busca aprovechar la motivación intrínseca que los juegos suelen generar para aumentar el interés y la participación de los estudiantes en actividades educativas.
EN RESUMEN:
La educación es un proceso fundamental en la vida de cualquier individuo. Sin embargo, a menudo enfrentamos desafíos para mantener a los estudiantes comprometidos y motivados en el aula. Aquí es donde la gamificación entra en juego. Al integrar elementos de juegos en el proceso educativo, podemos transformar la forma en que los estudiantes interactúan con el contenido y se comprometen con el aprendizaje. La gamificación no solo hace que el aprendizaje sea más divertido, sino que también estimula la competencia saludable, la colaboración y el pensamiento crítico. Además, permite a los educadores personalizar la experiencia de aprendizaje para adaptarse a las necesidades individuales de cada estudiante. En un mundo donde la atención es un recurso escaso, la gamificación en la educación se presenta como una herramienta poderosa para captar y retener el interés de los alumnos, preparándolos así para enfrentar los desafíos del futuro.
